Calas en San Antonio Ibiza: 4 Paraísos Escondidos que No Te Puedes Perder

Descubre el lado más tranquilo, auténtico y sorprendente de la isla: las Calas en San Antonio Ibiza.

Esta zona, conocida por sus atardeceres de postal, es también hogar de pequeñas joyas escondidas. Calas íntimas, de aguas cristalinas, rodeadas de naturaleza y lejos del bullicio.

El tipo de lugares que no siempre aparecen en las guías turísticas, pero que se quedan en la memoria para siempre.

No necesitas ser un experto en la isla para encontrarlas, pero sí vale la pena tener buenas recomendaciones.

Algunas se alcanzan fácilmente en coche, otras requieren caminar un poco más.

En todas, la recompensa es la misma: desconexión, belleza natural y ese encanto ibicenco, que mezcla lo salvaje con lo relajado.

En esta guía te comparto las calas más especiales de San Antonio.

Desde rincones poco conocidos perfectos, para una mañana en pareja; hasta opciones con servicios, donde puedes pasar el día con amigos o en familia, sin renunciar a la tranquilidad, ni a la buena comida.

Aquí empieza tu ruta para descubrirlos.

1) Cala Gracioneta – Ambiente íntimo y un encantador chiringuito

A solo unos minutos en coche del centro de San Antonio, Cala Gracioneta es una de esas calas que combinan fácil acceso con una atmósfera tranquila.

Es pequeña, rodeada de pinos y con aguas tan claras que cuesta creer que sea real. El ambiente es relajado, con familias locales y parejas que llegan temprano, para asegurarse un buen sitio en la arena.

Uno de sus grandes atractivos es el restaurante que lleva el mismo nombre: Cala Gracioneta Chiringuito.

Perfecto para un almuerzo sin prisas, con cocina mediterránea y un ambiente que mezcla lo rústico con lo elegante. Reserva con antelación, si quieres mesa en primera línea con vistas al mar.

Cómo llegar es sencillo: si vas en coche desde San Antonio, en menos de 10 minutos estarás allí. Hay una pequeña zona para aparcar, pero se llena rápido.

Si prefieres evitar el coche, también puedes llegar caminando desde el centro en unos 20 minutos, bordeando la costa.

Un tip adicional: Quédate hasta última hora de la tarde. Aunque no es el punto más alto para ver la puesta de sol, la luz dorada al caer el día sobre el agua calma de esta cala es simplemente perfecta.

Además, a esa hora la mayoría de la gente ya se ha ido, y la tranquilidad se multiplica.

2) Cala Gració – Vista dorada, perfecta para familias

Justo al lado de Cala Gracioneta, Cala Gració es una cala de mayor tamaño, pero que mantiene un ambiente tranquilo y familiar.

Con arena dorada, aguas poco profundas y sin oleaje, es ideal para quienes viajan con niños o simplemente quieren una jornada de playa cómoda y sin complicaciones.

Dato interesante: a pesar de estar tan cerca del centro de San Antonio, Cala Gració conserva un entorno bastante natural.

Parte de la cala está protegida por formaciones rocosas que la aíslan del viento, y al estar en una pequeña bahía, el mar casi siempre está en calma, como una piscina natural.

No hay chiringuito dentro de la cala, pero si un pequeño bar donde pedirte una caña. Y al estar tan cerca de Gracioneta y de otros puntos del paseo marítimo, es fácil caminar unos minutos para comer o tomar algo. También puedes llevar tu propia neverita, si prefieres quedarte todo el día allí.

Cómo llegar: en coche o incluso caminando desde San Antonio estarás en menos de 20 minutos. El acceso es directo, sin bajadas complicadas. Hay algo de espacio para aparcar en los alrededores.

Tip para tener en cuenta: Si llegas temprano, puedes elegir un sitio bajo los pinos que dan sombra natural.

3) Cala Saladeta – Aguas turquesas y un lugar para alejarse de todo

De todas las calas de esta zona, esta es una de mis favoritas. No solo por su belleza, que es evidente apenas la ves, sino por la sensación que se tienes al estar allí.

Un rincón secreto, aunque no estés del todo solo.

Cala Saladeta está justo al lado de Cala Salada, más grande y con acceso más fácil. Para llegar a Saladeta hay que caminar unos minutos por un sendero algo rocoso, pero corto y sin complicaciones.

Vale completamente el pequeño esfuerzo. El agua es cristalina, la arena fina y el paisaje que la rodea le da un aire salvaje, casi virgen.

No encontrarás chiringuito ni tumbonas, así que aquí lo mejor es ir preparado: sombrilla, agua, algo de fruta o un bocadillo.

A veces, hay vendedores locales que pasan ofreciendo mojitos o fruta cortada, pero no siempre.

Si vas con niños, ojo con las rocas al bajar, aunque una vez en la playa, el mar es muy tranquilo.

Cómo llegar: desde San Antonio son unos 15 minutos en coche. Hay un aparcamiento gratuito en la parte alta, y desde ahí puedes bajar caminando primero a Cala Salada y luego seguir el sendero hasta Saladeta. Cuanto antes llegues, mejor. A partir de media mañana, puede llenarse y tendrás que aparcar en un parking especial de la carretera de donde bajan los buses hasta la playa.

Tip personal: si vas en pareja o con amigos y, no tienes prisa, llevar algo para picar y ver la puesta de sol desde las rocas al final de la cala. Es uno de esos pequeños lujos que no cuestan nada, pero que no se olvidan.

4) Calo des Moró – Un pequeño tesoro oculto

Una de las calas en San Antonio Ibiza que pasa desapercibida para la mayoría de los visitantes, y eso es precisamente lo que la hace especial.

Calo des Moró está justo al lado del puerto de San Antonio, pero a diferencia del paseo principal o las playas más concurridas, aquí el ambiente es mucho más calmo, casi como si fuera un rincón reservado para quienes ya conocen bien la zona.

Es una cala pequeña, de arena fina, con una entrada al mar suave y protegida. Verás más residentes que turistas, gente leyendo, tomando el sol o simplemente dándose un baño para empezar el día.

Cómo llegar: andando desde el puerto en menos de 15 minutos. También en coche, aunque el aparcamiento en la zona no siempre es fácil, sobre todo por la tarde.

Tip: Es perfecta para un baño matutino antes de empezar el día o para una parada rápida y sin complicaciones. Si te gusta nadar, el mar aquí es bastante profundo a pocos metros de la orilla, ideal para quienes prefieren sumergirse en lugar de solo chapotear.

Calas en San Antonio Ibiza: la clave está en explorar con calma

Más allá de elegir “la mejor cala”, lo que realmente marca la diferencia es cómo las vives.

Puedes visitar tres o cuatro en un día, pero a veces lo mejor es quedarte en una sola y dejar que el tiempo pase sin prisas: darte un baño largo, leer, comer algo rico, dormir un rato a la sombra y mirar el mar sin hacer nada más.

San Antonio tiene una ventaja que no todas las zonas de Ibiza pueden ofrecer: muchas de sus calas están cerca entre sí, y al mismo tiempo, cada una tiene una personalidad distinta.

Algunas invitan al silencio, otras al plan con amigos.

¿Cuál es la que más va contigo en este momento del viaje?

Si me preguntás, una de las cosas que más recomiendo es prestar atención al viento. Parece un detalle menor, pero en Ibiza puede cambiar por completo tu experiencia en la playa.

Si un día notas que en una cala el mar está movido o hay algas en la orilla, lo más probable es que a solo 10 minutos en coche encuentres otra completamente despejada.

Preguntar a alguien local o simplemente observar el mar antes de decidir dónde parar, puede ahorrarte una decepción.

La mejor cala no es la más bonita ni la más recomendada, sino aquella donde estuviste justo como querías estar: tranquilo, cómodo, y disfrutando de esa simple Ibiza sin más.