Las 10 cosas que los residentes de Ibiza odian de los turistas (y que tú puedes evitar)

Ibiza no es solo fiesta: es cultura, tradición, naturaleza y vida. Quienes vivimos y amamos la isla sabemos bien todo lo que tiene para ofrecer.

Pero a la vez, la cara de la moneda es que esa libertad infinita que encuentras en Ibiza, a veces, genera algunos extremos que afectan a la isla y especialmente a sus residentes.

Por eso hoy te voy a contar esas cosas que a veces los turistas no notan al venir de fiesta un fin de semana, pero que son muy importantes para los residentes y para que la isla siga siendo lo que es: un espacio de libertad, disfrute y recarga de energías.

Si de verdad quieres disfrutar del lugar como un local, aquí te dejamos una lista con 10 comportamientos que molestan profundamente a los residentes… y que tú puedes evitar fácilmente. Porque viajar también es saber respetar.

1) Basura y colillas en las playas

Algo que los residentes de la isla odian y que puedes evitar es dejar basura en las playas y especialmente colillas.

Todos disfrutamos de un buen picnic en la playa, especialmente al atardecer y con unas cañas de por medio. Ya sabemos como funciona, se va poniendo el sol y todos nos vamos animando.

Pero eso no impide que al terminar, juntemos todos nuestros residuos y los depositemos en los lugares asignados para ello. Si lo piensas no cuesta mucho, solo es cuestión de tener una bolsa extra y entre todos en dos minutos ya lo tendrán organizado.

2) Poner música a todo volumen en la playa, calas y embarcaderos

Las playas, especialmente las más pequeñas y los embarcaderos, son espacios públicos donde muchos buscan tranquilidad. No todos quieren escuchar reguetón, electrónica o chillout mientras toman el sol o pasean. Si quieres música, mejor usa auriculares.

Además, habiendo tantas fiestas en la isla, realmente no es necesario estar con la musica a tope 24/7.

Aprovecha la playa para descansar del bullicio y bañarte en sus increíbles aguas, luego por la noche tendrás oportunidades de sobra para ir a una de las tantas propuestas que hay por la isla.

3) Malgastar el agua como si fuera infinita

Este punto me toca de cerca, viví un tiempo en una casa donde se alquilaba a turistas de temporada y ver como consumen los recursos sin ninguna consciencia es doloroso.

Y no es algo que deberíamos tener en cuenta sólo en Ibiza, donde el agua es un recurso limitado, sino que es algo que deberíamos implementar en cualquier lugar. Por más que parezca que el agua es ilimitada, no lo es.

Así que para que lo sepas, las duchas eternas, pretender lavar las toallas después de un sólo uso, lavar el coche alquilado cada día o dejar el grifo abierto mientras se cepillan los dientes son gestos que generan tensión. Sé consciente: cada gota cuenta.

4) Masificar calas escondidas y playas llenas

Es verdad que en verano esta es una realidad que hay que aceptar. Al final de cuentas la isla también vive del turismo.

La saturación turística impide que los residentes disfruten de espacios que antes eran tranquilos y eso les molesta.

Particularmente y a partir de Instagram, esa búsqueda constante de “lugares escondidos” que antes eran desconocidos para casi todos, genera que ahora también se masifiquen esas calas escondidas.

Desde ya que todos deberíamos poder disfrutar de las joyas de la isla, pero siempre respetándolas y manteniendo su esencia que es justamente la tranquilidad.

5) Conducir como si estuvieras en una pista de carreras

Carreteras estrechas, zonas rurales y pueblos tranquilos no son lugares para acelerar. Además, muchos turistas no respetan los pasos de peatones o estacionan donde no deben y esto es algo que los residentes de Ibiza odian.

Esta es una realidad que veo cada verano, los grupos de mensajes en donde se comparten entre los usuarios los problemas de tráfico, en verano se llenan de mensajes con accidentes. Es realmente alarmante.

Por tu bienestar y el de todos, conduce con cuidado, especialmente si no estás acostumbrado a las carreteras resbalosas de la isla y a la gran cantidad de autos que llegan a la isla.

6) Creer que "como pago, puedo hacer lo que quiera"

Ibiza es una isla que recibe todo tipo de turismo. Especialmente gente con mucho dinero, y si bien no son la mayoría pero hay mucha gente que lleva esta idea en su mente.

La mentalidad de “estoy de vacaciones, me lo merezco todo” o "como pago hago lo que quiero" es una de las más tóxicas.

No todo se compra.

El respeto por los trabajadores, la comunidad local, sus horarios, sus costumbres y sus espacios comunes no está en venta.

7) Armar fiestas improvisadas o ilegales en viviendas

La policía recibe quejas cada verano por fiestas no autorizadas en casas turísticas, emisiones de ruido y mala convivencia en zonas residenciales.

Como dijimos antes, la isla tiene infinidad de sitios para ir de fiesta, así que ¿por que no mejor aprovechar tu casa de veraneo para descansar y recuperar fuerzas?

Si es lo que buscas, puedes ir de fiesta cada noche, pero sin incomodar a los vecinos que viven en la isla todo el año y al día siguiente tienen que ir a trabajar.

8) Usar drones o hacer fotos sin respetar la privacidad

Todos queremos guardar recuerdos de Ibiza. Pero a veces, el deseo de “la foto perfecta” termina invadiendo espacios privados o momentos íntimos.

Hay personas que vuelan drones sobre casas privadas, en playas nudistas o incluso en ceremonias íntimas al atardecer. Y claro, eso molesta, y mucho.

Lo mismo pasa con quienes sacan fotos a desconocidos sin preguntar, especialmente a residentes que simplemente están haciendo su vida.

La isla no es un decorado de Instagram, es un lugar vivo. Si quieres capturar su esencia, hazlo con sensibilidad y respeto por quienes la habitan.

9) Vestirse de forma inapropiada en espacios públicos

Ibiza tiene un espíritu libre, eso es cierto. Pero esa libertad no significa olvidarse del contexto.

Ir en bañador por el supermercado, entrar sin camiseta en un restaurante o visitar una iglesia con ropa de playa no se ve bien.

A muchos locales les incomoda, especialmente en pueblos donde la vida es más tranquila y se conserva una fuerte identidad cultural.

Puedes ir ligero de ropa todo el día, claro, pero con sentido común. No cuesta nada llevar una camisa, un pareo o una camiseta extra, y así evitas pasar por irrespetuoso sin querer.

10) Tratar a la isla como si no viviera gente aquí todo el año

Este punto resume un poco todos los anteriores.

Ibiza no es un parque temático ni un “todo incluido” flotante. Es un lugar donde vive gente todo el año, donde se trabaja, se crían hijos, se cuidan tradiciones y se intenta mantener un equilibrio.

Muchos de estos puntos surgen de que el turismo desmedido y sin conciencia provoca desgaste ambiental, saturación de infraestructuras y pérdida de identidad cultural.

Quienes vivimos aquí amamos la isla, no solo por sus playas y fiestas, sino porque es hogar.

Y aunque nos alegra recibir visitantes, a veces se olvida que esto no es un escenario montado para el turismo, sino una comunidad real.

Así que si vienes, bienvenido. Pero hazlo con los ojos abiertos y el corazón disponible para cuidar, respetar y formar parte, aunque sea por unos días, de algo que es mucho más que una postal.

Viaja con respeto, infórmate, elige alojamientos legales, sigue normas, cuida el entorno y disfruta sabiendo que no eres el centro, sino un invitado. Así harás que los locales no te reciban con recelo, sino con una sonrisa de bienvenida.